LA TIGRESA

  Nombre real: Luana Burgos
  Ocupación: activista ambiental
  Base: selva amazónica
  Altura: 1.75 m.
  Peso: 65 kg.
  Ojos: caramelo
  Cabello: castaño claro
  Poderes y habilidades: fuerza, resistencia, agilidad y reflejos sobre humanos. Sentidos superdesarrollados y uñas retráctiles.


Criada en la bulliciosa capital pero nacida en las profundidades de la selva, Luana siempre sintió una conexión especial con la naturaleza. Estudió derecho y desde el inicio de su carrera se dedicó a luchar por las causas ambientales. Su pasión y determinación la llevaron a enfrentarse a la poderosa transnacional KEI CORP, conocida por sus devastadoras prácticas de explotación de recursos.


Durante una investigación crucial contra KEI CORP, Luana se internó en la selva junto a su equipo para recolectar pruebas de una mega operación de tala ilegal. Sin embargo, su valentía tuvo un costo. Descubiertos por los despiadados sicarios de KEI CORP, fueron capturados y tomados como rehenes. La tensión en el aire era palpable: las miradas frías de los captores y las armas apuntando a sus cabezas eran un constante recordatorio del peligro mortal que enfrentaban. En un momento de descuido, cuando la oscuridad de la noche envolvía el campamento enemigo, Luana logró desatar sus ataduras. Con el corazón martilleando en sus oídos, se lanzó a correr, adentrándose en la selva. Los gritos de sus perseguidores y los disparos que cortaban el aire detrás de ella la impulsaron a moverse más rápido. La selva, aunque familiar, se convirtió en un laberinto de sombras y peligros.


Después de días vagando sin rumbo, con el cuerpo debilitado por la inanición y la mente al borde de la locura, Luana cayó al suelo, derrotada. En sus delirios, la selva misma pareció cobrar vida. Ante ella apareció un majestuoso espíritu felino, sus ojos dorados brillando con una luz sobrenatural. El espíritu —imponente y sereno— le ofreció un pacto: protección y poderes místicos a cambio de su juramento de defender la selva y luchar contra las atrocidades de KEI CORP y su cruel lideresa: la Sra. K.


Sin nada que perder y con una renovada chispa de esperanza, Luana aceptó el pacto. Al instante, una energía desconocida recorrió su cuerpo, sanando sus heridas y llenándola de una fuerza sobrehumana. Se levantó como una nueva guerrera: La Tigresa, la protectora del oriente. Con sus nuevos poderes, Luana regresó a la civilización, decidida a desmantelar las operaciones de KEI CORP. Enfrentó a los sicarios con agilidad felina y fuerza descomunal, desbaratando sus planes y rescatando a los inocentes atrapados en sus redes. Cada enfrentamiento con la Sra. K. y sus secuaces la acercaba más a su objetivo final: liberar la selva de la avaricia destructiva de KEI CORP y restaurar el equilibrio natural.


La leyenda de La Tigresa creció, inspirando a otros a unirse a su causa. Con el rugido de la justicia en su corazón y el espíritu del felino a su lado, Luana se convirtió en la heroína indomable que la selva necesitaba, una feroz defensora que nunca se rendiría ante la adversidad.

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